Por: DAVID ROCHA*
La Revolución Popular Sandinista marcó un parteaguas en la historia de Nicaragua. Durante la década de 1980 el movimiento LGBTI del país empezó a organizarse dentro de los espacios de luchas políticas que promulgaba el nuevo proyecto de nación. A mediados de la década jóvenes lesbianas y homosexuales, militantes del partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), colocaron en las esferas públicas de las organizaciones de masas la importancia de incluir sus demandas dentro de las agendas.
Es hasta finales de la década cuando logran constituirse como grupo organizado, esto se da a raíz de la aparición de los primeros casos de VIH a partir de 1987 y de las relaciones políticas con internacionalistas LGBTI principalmente norteamericanos. En este período Rita Arauz, lesbiana feminista y psicóloga, se convierte en la activista más visible.
Si bien, el proyecto de nación liderado por el FSLN propició una mínima apertura para la visibilización de una militancia LGBTI, el proyecto no pudo liberarse de las visiones patriarcales y machistas fundamentadas en la cultura nicaragüense. Los cochones y las cochonas, como se nos nombra en Nicaragua a homosexuales y lesbianas, tuvieron que enfrentarse a este ejercicio del poder. El proyecto de nación propuso, entre otras cosas, la homogenización de la sociedad nicaragüense por lo tanto barró los deseos individuales.
A partir de las vivencias de las personas LGBTI en este período comienza el desarrollo de un pensamiento académico y político que va a ser producido por intelectuales locales radicados dentro y fuera del país y por intelectuales de otras nacionalidades interesados en producir conocimiento sobre las personas de la disidencia sexual nicaragüense.
Esta producción teórica será visible en la década de los 90, cuando ocurre una dislocación política, el FSLN pierde las elecciones gubernamentales y se instaura un nuevo proceso nacional que tiene como ejes la “democracia” y el neoliberalismo. Las personas de la disidencia sexual son criminalizadas por las leyes del nuevo gobierno y empieza un período en el que los diversos colectivos LGBTI se organizan alrededor de Organizaciones No Gubernamentales.
A partir de esta época y hasta la actualidad las ONG´s han tenido un papel importante en la construcción y difusión de un pensamiento organizado en torno a los colectivos LGBTI. Muchas de estas organizaciones han sido dirigidas por mujeres que desde el feminismo han ido construyendo plataformas de visibilización de las disidencias sexuales y de género en el país.
En esta época aparecen dos textos pioneros del pensamiento cochón nicaragüense: Life is hard: machismo, danger and the intimacy of power in Nicaragua (1994) del académico estadounidense Roger Lancaster y Sencillamente diferentes (1996) de la socióloga y lesbiana feminista nicaragüense Mary Bolt González. El primero explora la construcción, desplazamientos, dislocaciones, tensiones y consecuencias de la cultura machista nicaragüense desde la observación participante con un grupo de ciudadanos subalternos. Dentro de los análisis de Lancaster aparece la figura del cochón y las performatividades culturales de esta subjetividad local. Por su parte, Mary Bolt explora y analiza los testimonios de un grupo de lesbianas y sus avatares en la construcción y devenires de su identidad, partiendo de elementos históricos, culturales y psicosociales. Ambxs autorxs coinciden en el giro intelectual que coloca la mirada sobre el subalterno dentro de una estructura de poder: el patriarcado.
Posteriormente, en los inicios de los años 2000 encuentro dos textos importantes Barroco descalzo: Colonialidad, sexualidad, género y raza en la construcción de la hegemonía cultural en Nicaragua (2003) del escritor y académico nicaragüense Erick Blandón Guevara y After Revolution: mapping gender and neoliberal Nicaragua (2001) de Florence Babb, antropóloga estadounidense. Este libro fue traducido al español y publicado en 2003 como Después de la Revolución: Género y cultura Política en la Nicaragua Neoliberal por el Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica de la Universidad Centroamericana de Managua (IHNCA-UCA).
La investigación de Blandón cuestiona el mestizaje cultural e hilvana los mecanismos de operación entre la letra y el poder desde una perspectiva subalternista. El autor hace una crítica a la construcción de Nación propuesta por el sandinismo de los años 80´s, expone sus limitaciones y contradicciones a través de un sustrato que cuestiona los paradigmas culturales revolucionarios. Hace una lectura transversal y ubica las disrupciones sexuales que son escenificadas en la cultura del subalterno del pacífico nicaragüense, en ese contexto ubicado las manifestaciones del sujeto cochón.
Babb construye un mapa que nos lleva a recorrer los mecanismos de resistencia de algunos grupos subalternos en el contexto neoliberal de la década de los 90´s, analiza sus mecanismos de operación en medio de un período de transición y devela la relevancia política de los colectivos LGBTI dentro del sistema político independiente conformado por los movimientos sociales. Los examina a partir de las identidades culturales, la democratización y los derechos humanos.
El Programa Feminista La Corriente es una organización feminista que desde el año 1994 ha desarrollado un trabajo sostenido. Dentro de sus publicaciones relacionadas al multiverso LGBTI quisiera destacar Del miedo y el silencio al reconocimiento (2016) elaborada por María Teresa Blandón, Cristina Arévalo y Helena Closa. En este texto se tejen los relatos de lxs sujetxs homosexuales, lesbianas y bisexuales junto a sus familias (madres, padres, hermanos). Destaco este trabajo porque encuentro el poder político de la afectividad y la insistencia tenaz de mover la teoría feminista al estudio no sólo de las mujeres, sino, aplicar formas de análisis a lxs sujetxs LGBT y sus familiares. La investigación se adentra en el locus social nicaragüense. El trabajo revela zonas de las memorias de lxs sujetxs LGBT sin querer ser un libro de memorias. Incluye diversas zonas de la geografía nacional incluida la costa Caribe, produciendo un intento de descentralización epistémico y una polifonía de voces.
Desde el año 2011 la historiadora nicaragüense Victoria González y la politóloga estadounidense Karen Kampwirth han trabajado en una investigación que marca un hito en la genealogía del pensamiento cochón local: 500 años de diversidad sexual en Nicaragua, es una investigación que explora archivos, personas, colectivos, momentos decidores en la construcción de una línea de tiempo que visibiliza las voces dela diversidad sexual dentro de la historia nacional. En esta línea de pensamiento que devela zonas ocultas del pasado nicaragüense yo he insertado mis preocupaciones devenidas en producción académica que exploran la cultura urbana homosexual, los imaginarios, las formas de relacionarse, las subjetividades y las dinámicas del mundo cochón de la ciudad de Managua desde mediados del siglo pasado hasta la actualidad.
Además de toda esta producción publicada existe un registro amplio en los archivos de las tesis universitarias. En este sentido quisiera destacar el registro de la Universidad Centroamericana (UCA) y la Universidad Autónoma de Nicaragua (UNAN). Muchos estudiantes se han graduado de las carreras de comunicación social, filología, psicología, sociología y otras carreras afines a las ciencias sociales con textos académicos que exploran diversos temas que toman como centro a los colectivos dela diversidad sexual nicaragüense.
La línea que he trazado es un itinerario exploratorio que apenas devela algunas zonas de lo que he llamado “pensamiento cochón”. Queda mucho por explorar, por decir, por analizar. El futuro de la producción de este pensamiento ha sido puesto en crisis a partir de los conflictos políticos internos del país acaecidos desde el 2018. Las tensiones y las pugnas por el poder han vuelto a barrar las voces cochonas nicaragüenses, aunque en todos los grupos participantes de este conflicto existen personas LGBTI que abonan a los procesos políticos. Por otro lado, desde 2017 hay en la academia nicaragüense una crisis de las ciencias sociales que tiene su punto de inflexión con el cierre de la sección académica del IHNCA.
La genealogía del pensamiento cochón nicaragüense tiene en sus bases una mirada crítica, pues ha estado en constante diálogo con los procesos políticos del pasado reciente. Diversos temas emergen al revisar las páginas de los textos, a esto se suman las miradas y las disciplinas académicas de quienes investigamos. Esto produce una polifonía de pensamiento reflexivo que teje un camino que se abre hacia el futuro, un camino que aporta a la construcción de una sociedad más justa.
*DAVID ROCHA es titiritero, teatrólogo e investigador cultural