Por Rudis Yilmar Flores Hernández*
Durante la creación del Mercado Común Centroamericano en la década de los años 60 del siglo pasado se generó la guerra de las cien horas entre El Salvador y Honduras. Lo que sucede en este periodo es que unos países superan la capacidad productiva, estimulando la quiebra de los otros mercados, tal es el caso salvadoreño con su producción de calzado ponía en desventaja otros comercios creando conflicto de intereses. En este contexto es importante señalar que la integración no sirvió para solucionar los grandes problemas como la pobreza, la falta de educación, salud, vivienda, al contrario se convirtió en el instrumento influenciado por Estados Unidos a través de Alianza para el Progreso, generando el conflicto armado entre Honduras y El Salvador que terminó rompiendo con el proyecto de la región.
En el nuevo siglo al igual que en el pasado la disputa de varias islas del Golfo de Fonseca tiene a su base un componente político, económico, estratégico al representar una zona exclusiva por su mar territorial, su plataforma continental y por su importancia geopolítica. En el pasado El Salvador se ha visto afectado por resoluciones de la Corte Internacional de Justicia en la Haya, en 1987 ambos países dirimen ante dicho organismo la disputa de 432 kilómetros distribuidos en seis sectores de las zona norte y que tienen como fin delimitar las fronteras terrestres, en 1992 en resolución emitida por la Corte se le otorgó a Honduras el 62% de las tierras donde habitan miles de salvadoreños, quienes se vieron afectados en sus intereses ya que el gobierno hondureños no ha asumido después de 22 años la responsabilidad social del Estado en otorgarle las condiciones mínimas de vida como salud, vivienda y educación.
Pero este fallo de la Corte, según algunos juristas no aplica a los territorios insulares del Golfo de Fonseca, en ciertos registros de la historia en manos de la Corte Internacional de Justicia de 1856 y 1879 en publicaciones oficiales se establece la clara pertenencia a El Salvador de ciertas islas como la de Meanguera, Zacate, Conejo y el Tigre.
Recientemente se comenzó a generar un nuevo conflicto por la isla Conejo que según las autoridades salvadoreñas nunca ha estado en disputa por pertenecer al territorio salvadoreño, por su parte el gobierno hondureño en una clara provocación recientemente después de varios meses de estadía de una compañía militar hondureña y bajo los reclamos del gobierno salvadoreño inauguro un muelle y un helipuerto para remarcar la soberanía que honduras tiene sobre el cayo. Por su parte el presidente Funes en carta enviada al presidente Hernández le expone que dichas actuaciones podrían afectar las fraternales relaciones que se han mantenido entre los dos Estados y si los hilos de la diplomacia no son bien manejados estaríamos a las puertas de un situación que obligaría la intervención de los organismos internacionales para evitar un conflicto militar.
Bajo todo este panorama es importante destacar que durante los litigios, El Salvador ha terminado perdiendo buena parte de su territorio, durante la guerra civil, muchos ubicados en la zona norte del país y que ahora son parte de Honduras, eran territorios controlados por el movimiento guerrillero y en ese momento se acusó al gobierno de turno de no presentar los alegatos suficientes para defender el territorio, pensando en la prolongación de la guerra y del aniquilamiento de los guerrilleros al reducir los espacios de maniobra militar y de asentamientos.
En uno de los cables publicado por WikiLeaks en septiembre de 1992 y generado en el departamento de Estado de los Estados Unidos, hace énfasis en el papel jugado por el entonces presidente de la derecha Alfredo Cristiani y que este no habría estado lo suficientemente interesado en los bolsones fronterizos que la Corte Internacional de Justicia le otorgó a Honduras, ya que este no habría sustentado por considerar que la población que habitaba esta zona eran simpatizantes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
El cable también detalla el asombro que causo en la población salvadoreña y de manera particular a los campesinos. Recuerdo que me encontraba trabajando como educador popular en una zona de control guerrillera, precisamente en el municipio de Torola en el departamento de Morazán y en asamblea en horas de la mañana con los campesinos se les informaba que según dictamen de la Corte ellos pasarían a formar parte de honduras, originando mucho malestar y llanto en las mujeres donde históricamente habían vivido y que causaría un choque cultural y educacional posteriormente en sus hijos.
Otro elemento de discusión en los últimos tiempos es que la isla que hoy se disputa se “perdió hace aproximadamente 30 años” cosa que no es legal, ya que a principios de la guerra civil en una clara violación a la soberanía salvadoreña los militares del alto mando militar decidieron entregar la Conejo a las tropas hondureñas en la famosa lucha internacional contra el comunismo para controlar el presunto trasiego de armas desde Nicaragua a la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.
Sin embargo El Salvador esta vez pretende defender ante los organismos internacionales el derecho sobre la Isla, el presidente Funes plantea la necesidad antes de un conflicto militar buscar la mediación de los organismos internacionales como ONU, por su parte el gobierno hondureño plantea que la Constitución de la Republica del Estado hondureño prohíbe la negociación del territorio el cual están dispuestos a defender como sea.
Desde el 2007 los gobiernos de Nicaragua, El Salvador y Honduras que colindan con el golfo acordaron declarar están región como zona de paz, de ahí que la militarización del golfo no tiene sentido, hay que seguir apostando para convertirlo en un polo de desarrollo económico y social y seguir apostando por la unidad centroamericana, más allá de la integración que contiene un carácter económico.
Las intenciones belicistas del presidente Juan Hernández de Honduras tienen claras intenciones expansionistas para afianzar la salida al Océano Pacifico, posicionarse de los recursos marinos ya que dicho país no tiene salida a través del Golfo de Fonseca.
* Rudis Yilmar Flores Hernández é sociólogo e professor da Universidad de El Salvador.