Por Paula Sofia Ayala*
Veo las caras cansadas y quemadas por el sol de nuestros hermanxs Centroamericanos. Nos encontramos en Tijuana, México, Sábado 28 de Abril en la zona norte de la ciudad, en el barrio más cerca de la frontera de los Estados Unidos. Un barrio famoso por el turismo sexual donde llegan hombres, la mayoría, de California, EEUU. También una ciudad fronteriza donde se han reunido miles de migrantes, refugiadxs y personas en tránsito, el punto de alto de donde ya no se puede seguir al norte. En los últimos años, después del terremoto de 2010 en Haití, refugiadxs de la isla han creado barrios vibrantes de su cultura en esta zona, después de les haber sido negado asilo en los Estados Unidos. Han creado sus propias economías de ventas ambulantes, negocios de peluquería y restaurantes.
En aquella semana se han reunido nuevamente, ahora acompañadxs por cientos de personas desde Centroamérica, la mayoría desde Honduras, pero también de Guatemala y El Salvador, algunos de Nicaragua, también en búsqueda de asilo. El grupo de mujeres, hombres, trans, descapacitadxs, niñxs, bebes, adolescentes, Garífunas, Afro-descendientes e indígenas comenzó su trayectoria desde Tapachula, estado mexicano de Chiapas, la frontera más al sur de México con Guatemala, en un grupo entre 1500-2000 personas. La multitud en marcha y protesta, conocida como la Caravana Vía Crucis, ha durado más de un mes y han cruzado aproximadamente 4,000 kilómetros de terreno mexicano. El transporte desde Chiapas a Tijuana ha variado, incluyendo personas a pie, encima de los trenes (la Bestia), en autobuses, y otros que se desviaron y han pedido levantones en trocas de carga.
Albergues
El sentimiento de la gente atrapada en Tijuana es de cansancio, confusión e incómodo. Los albergues están llenos hasta capacidad y muchxs que han tomado el viaje nos comparten que los dueños de los establecimientos les cobran hasta por bañarse, si hay agua; los tratan de menos y señalan indicios de acoso sexual. Unos nos dicen que los víveres no se han repartido equitativamente. Durante una asamblea general en la noche, una madre Hondureña expresa la inconformidad de no haber recibido víveres para sus hijxs y que ha sido un problema durante todo el viaje. Rápidamente, es callada por un hombre Mexicano, echándole en cara a ella y todas las madres, que los países de Centroamérica no ofrecen ‘ni mierda’ y que por lo menos México ha proveído algo para que sobreviviera. Las tendencias al machismo y chauvinismo mexicano entrelazadas con la caridad no le faltan a este señor. Varios en el grupo de personas en tránsito expresaron reclamos similares, compartiendo que muchos desarrollaron temor a expresar sus preocupaciones colectivas por la posibilidad de ser entregados a migración mexicana e igual agresivamente presionados por organizadores de `Pueblo Sin Fronteras` y del gobierno mexicano de retirarse de la caravana[i].
La discriminación ante la comunidad LGBTQ en los albergues ha sido una situación de alto peligro. Durante la primera semana en mayo, los albergues en cuales dormían 11 mujeres trans fueron atacados por hombres armados de México y las mujeres fueron forzadas por los dirigentes de los albergues a retirarse, quedándose sin techo ni refugio. Cuando las mujeres intentaron entregarse en la garita del Chaparral en Tijuana, a las 11 les fueron negadas por los agentes migratorios de los Estados Unidos.
Asilo en México y Estados Unidos
Muchas de las experiencias de personas en tránsito se enfrentan con la explotación laboral en México, más que todo por ser extranjerxs y no tener documentos ni ningún contacto en el país; esto también incluye el acoso y violencia sexual. La mayoría de las personas participando en la caravana huyen de la inseguridad en Centroamérica provocada por la intervención neoliberal que permite prácticas políticas parias como las recientes elecciones fraudulentas en Honduras, las cuales el gobierno estadounidense ha decidido reconocer, entendiendo el presidente Juan Orlando Hernández, controversialmente reelecto, como ‘legitimo.’
Pero también es importante notar el peligro que la populación refugiada enfrenta en el Estado-nación mexicano por parte del narco-capitalismo, como la trata de personas, secuestros y prácticas xenofóbicas por parte de agentes de migración. Las últimas décadas han comprobado el nivel de peligro que corren refugiados centroamericanxs en ser desaparecidxs, extorcionadxs, o asesinados impunemente en terreno mexicano. Similarmente, el gobierno de ese país ha detenido más de 466,730 migrantes centroamericanxs entre el 2014-2016 y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) ha concedido asilo a tan solo 2,655 centroamericanxs, menos de 1% de la populación detenida por la policía migratoria[ii]. La mayor parte se debe a la discreción mantenida por agentes de la COMAR y agentes de migración en no notificar ni investigar propiamente casos de refugiadxs que podrían recibir una visa humanitaria si han sido víctimas de un crimen o si son menores de edad no acompañadxs por un adulto. La mayoría de personas (el 99%) detenidas suelen ser deportados.
En Tijuana lograron llegar alrededor de 600 personas, es decir, alrededor de 1,500 personas que empezaron la caravana han quedado varadas en varios estados por la represión policiaca de México en estados como Veracruz, Jalisco y Morelos entre otros. Varios testimonios de personas indicaron que fueron intimidados por migración y la policía y violentamente separados del grupo durante la marcha. Un reporte del 7 de abril afirma que miembros centroamericanxs de la Caravana denunciaron la desaparición de 200 migrantes después de redadas del INM en Orizaba, pero miembros de la organización Pueblos Sin Fronteras negaron estos actos y los refirieron a solo ‘rumores’[iii]. Todavía no se ha localizado a estas personas.
De esos que lograron llegar a Tijuana, más de 120 decidieron entregarse a las autoridades de migración de los Estados Unidos con esperanzas de ser permitidxs acceso al asilo. La mayoría son mujeres con niñxs, de la comunidad trans y adolescentes. La decisión de muchxs fue tomada a consejos de más de 40 abogados de inmigración y trabajadores legales de los Estados Unidos quienes tomaron testimonios para determinar que tan ‘fuerte’ serian sus casos en la corte de migración. Algo que el mismo Estado, así como México, define y opaca para no cumplir con leyes internacionales en casos de asilo.
La diferencia entre viajar en la caravana y refugiadxs viajando con coyote o solo es que en sumarse con la Caravana lxs refugiadxs y sus familias sea en Centroamérica o los Estados Unidos, no se han endeudado en pagar a un coyote y se protegen más de ser extorsionados por grupos de narcotraficantes o el crimen organizado, así como la INM. Familias en Centroamérica y en los Estados Unidos ahorran o se endeudan a veces hasta de 10,000 dólares para mandar su familiar con coyote. Esto significa que viajaran con mucho riesgo de ser extorsionados y abusados por los mismos coyotes. A un porcentaje muy pequeño de personas que deciden entregarse al departamento de Servicios de Aduanas y Protección Fronteriza de USA (U.S. Customs and Border Protection- CBP) se les concede libertad condicional, pero límites legales intencionalmente establecidos definen cuotas bastante caras de abogados que representen a personas, los valores son desde 6,000 USD o más. Otro ejemplo de burocracia que limita el libramiento de personas es la situación de refugiadxs y migrantes constantemente mudados de cárceles para que se pierdan en el sistema y familiares no los puedan localizar. El Estado demanda una fianza de más de 7,000 USD. En total, el costo para que una familia se reunifique puede ser mas de 20,000 USD o más. Para familias y personas históricamente en las márgenes de economías no-incluyentes, o sea el mentado ‘mercado libre’ agresivamente impuesto por los EEUU, esto es una doble extorsión: por un lado, el Estado (sea los EEUU o agentes migratorios en MX) y por otro la extorsión de la industria lucrativa de transito de migrantes o los coyotes.
Detención: carceles de niñxs, bebes y familias
El programa de asilo para jóvenes (CAM) se estableció después del nombrado ‘crisis humanitario’ en el 2014 cuando se vió un incremento de refugiadxs menores de edad del triángulo norte de Centroamerica. En aquel año, 69,000 jóvenes y niñxs no acompañadxs llegaron a los EEUU en búsqueda de asilo. Obama pidió 3.7 billones de dólares para centros de detención, seguridad nacional en las fronteras y personal, y jueces de inmigración[iv]. Lo que resultó fueron 650 millones de dólares apropiados para programas no especificados y solamente el re-establecimieto de seis niñxs a sus familias durante el año 2014[v]. Las condiciones de estos centros de detención (cárceles) indican abusos a niñxs – abuso sexual y asalto, forzadxs a inyecciones psicotrópicas, y condiciones de miseria propiamente descrito como ‘hieleras’ por lo frio y cobijas de lamina en que los envuelven para dormir en el piso.
Desde el inicio de esta Caravana se contemplo la posibilidad de lxs niñxs fueron separadxs de sus familias. Algo que muchos abogados que apoyan la caravana avisaron que solo sucediera en casos raros. Pero desde las primeras entregas de las personas/familias en La Garita mas el pandemonio creado por Trump en mandar la Guardia Nacional a las fronteras de los estados del suroeste, el incremento a separación de niñxs de sus familias en las fronteras ha causado la gran alarma internacional a lxs derechos de lxs niñxs, madres y familias. Desde mayo del 2018 han sido separados 2,342 niñxs de sus familias por agentes de ICE y CBP pero la cantidad de niñxs desparecidxs por el Estado sobrepasa ese número, considerando lxs niñxs encarceladxs en centros juveniles o cuales son mandados a orfanatos cuando las familias son deportadxs, para no ser reunificadxs con sus familias[vi].
Separar a familias no son nuevas tácticas de terror y trauma infligido por el estado. El objetivo es de borrar identidades e historia cultural y familiar. Nada lejos de los casos de niñxs robados durante la dictadura de Pinochet en Chile, donde el entrenamiento para este tipo de tortura fue proveído por los EEUU mismo durante la Operación Condor. En los Estados Unidos, ha sido una de las tácticas esenciales en establecer, mantener y exportar el Estado colono de la supremacía blanca el genocidio de los indígenas, la esclavitud y leyes segrecionales de los Africanxs y afro-descendientes, y leyes que han hipercriminalizado sectores poblacionales específicos de la sociedad como parte de la guerra en contra las drogas (70’s-presente). Además, la intervención política, económica y militar norteamericana que ha causado tanto desplazamiento centroamericano y las masivas deportaciones, súmanse a legislaciones que prohibían la totalidad de grupos étnicos y religiosos (Chinese Exclusion Act-1882, Mexican Repatraition Act-1930’s, Muslim Ban-2018) todos testados al racismo para mantener un imaginario de blanquitud en el estado colonial[vii]. Los planes más recientes comprueban intenciones del Estado en construir campos de concentración en bases navales en todo el país que puedan detener más de 125,000 personas, niñxs y bebes en cada encampamento. Lo más preocupante es el nivel de secreto que el Estado mantendrá de operaciones consideradas ‘legales’ en estos campos.
La historia de separación de familias en el contexto centroamericano está también marcada por el imperialismo estadounidense causando las rupturas de familias por los actos de genocidio, violencia sexual, desapariciones, asesinatos y el desplazamiento forzado a causa de muchos factores arraigado al capitalismo neoliberal. Lo más horrífico son los testimonios saliendo de esas cárceles/campos de concentración estadunidenses son los casos de niñxs siendo drogados sin ningún consentimiento de madres o padres y el departamento estatal de restablecimiento de refugiados (ORR) proclaman la diagnosis que definen que los niñxs ‘vienen traumados’[viii].
La hipocresía está en las condiciones de literal encarcelamiento y abuso de agentes en cuales son dispuestos. La táctica de enjaular y separar las familias refugiadxs también se practicaba durante la era de Obama. Un testimonio de una madre centroamericana confirma este tipo de abuso cruel en decir “soy una gallina que pone los huevos de oro” refiriéndose al dato de que el grupo de GEO hace ganancias de $266 dólares al día por cada persona encarcelada[ix]. El reporte se hizo en mayo del 2015 por la profesora Salvadoreña, Leisy Abrego, y la mujer entrevistada concluye que “Nosotrxs estamxs listxs para morir para la libertad de nuestrxs hijxs!”
Los últimos dos años también ha resurgido la preocupación de cientos de miles de familias afectadas por la terminación del Estatus Protegido Temporal (TPS) y las llamadas ‘redadas’, literales cazadas, por parte de agentes migratorios en espacios laborales, retenes de calles y en hogares familiares. Personas sin documentos han sido violentamente buscados y secuestrados por los agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

ya cruzando la frontera para entrar a la Garita uma legenda. FOTO: Paula Sofia Ayala
El problema estructural que la criminalización de refugiadxs en los Estados Unidos ha determinado es que a más del 90% de personas que han solicitado asilo han sido denegadas[x]. Agentes migratorios destruyen víveres para migrantes en los desiertos; existe negligencia con la salud de personas detenidas en cárceles migratorias, como la mujer trans de Honduras que participó en la Caravana, Roxsana Hernandez, de 33 años; es espeluznante casos como el asesinato de personas como Claudia Patricia Gomez Gonzalez, mujer de 20 años, indígena de la comunidad Mam de Guatemala, que fue violentamente balaceada en Texas el mayo 2018 por un agente Mexicano-Americano de ICE que le grito, “Ya ves, esto es lo que le pasa a tu gente”. El nivel de racismo inculcado a personas hasta de orígenes Latinxs, muestra la magnitud de la epidemia de la supremacía blanca. Estos actos implican la contradicción de leyes adoptadas por la comunidad internacional para refugiadxs y señalan cada día más una guerra desigual en contra la población migrante/refugiada y racializada sin defensas.
“Welcome to Tijuana”
Cientos de personas han quedado en un estado de incertidumbre en Tijuana y en condiciones de extrema crisis, sin recursos para mantenerse en un estado saludable, literalmente en condiciones de campamentos de refugiadxs; con escasas posibilidades de regresar a sus países; amenazados de ser tirados o violentados a las calles por los dueños de los albergues, sino obligados a evangelizarse, y bajo la constante amenaza de la deportación, someterse al trabajo sexual o explotación laboral y represión del Instituto Nacional de Migración y de la policía en México. Las demandas de los refugiadxs son directas y afirman el impacto que el capitalismo del ‘comercio libre’, y la intervención militar y geopolítica norteamericana, europeo o china ha tenido en tanto el desplazamiento de millones de personas del Triángulo Norte centroamericano.
Durante una plática con Sergio, un hombre alto, moreno de Soyapango, El Salvador, hablamos de la posibilidad de ser encarcelado por CBP en unos de los centros de detención como GEO Group o Correction Corporation of America (CCA) al lado de los Estados Unidos. Esencialmente son cárceles privatizadas con fines de lucro del Estado. Sergio me cuenta que la situación en El Salvador con los policías es igual al tratamiento en México, de ser señalado como pandillero y el peligro que corren hombres jóvenes contra las fuerzas policiacas. Le digo que el mismo discurso de xenofobia se está dando en EEUU y por mucho tiempo ha existido. Un reporte reciente de CNN confirma que desde 2003 los Estados Unidos mantiene equipo de paramilitares por medio del programa gubernamental salvadoreño Mano Dura que recientemente han sido acusados de ejecutar ilegalmente a mas de 40 pandilleros[xi]. Durante nuestra plática Sergio también me menciona los tantos casos de jóvenes apresurados en buscar refugio y protección con las pandillas a causa de los actos violentos y acusación de la policía nacional de El Salvador. Es importante analizar que la violencia y militarización estatal promovida por los EEUU en programas como la Alianza de Prosperidad, seguirán reproduciendo y aumentando la violencia de forma local y como respuesta y defensa a décadas y siglos de represión y inoportunidad del estado a comunidades en las márgenes.
Esta Caravana no es la primera. Por más de 40 años el acto de migrar ha sido una forma de resistir y encapsular la supervivencia de personas de Centroamérica. No son actos de caridad cuales se buscan, ni lastima de Estados naciones opresoras.
El esfuerzo de tantos fuera de la comunidad centroamericana ha sido un acto de solidaridad pero es necesario que se mantenga una mirada crítica en que las motivaciones no sean entrecruzadas con aspiraciones de capitalizar la simpatía de grupos sociales, ONG’s, ni actores políticos o partidarios.
Marcados por la otredad

detalle del muro. FOTO: Paula Sofia Ayala
Es necesario resistir la imagen de ‘voces calladas’, la imagen portada de medios que roba la agencia de personas en tránsito, sin reconocer la gran valentía que el pueblo centroamericano ha manifestado en esta acción masiva que ha sobrepasado un tramo de espacio y tiempo. Ellxs demandan derecho a una vida justa en sus propios países o en cual buscan asilo, pero también tienen el derecho a ser respetados como propios agentes de sus destinos y no tratados de manera paternalista o bajo temor por ser sujetes a la vulnerabilidad. Confirman que los esfuerzos del grupo Pueblos Sin Fronteras es un acto necesario que centra la conversación sobre el desplazamiento de centroamericanxs por politicas intervencionistas, pero igual de necesario es el espacio que se enfoque en la experiencia centroamericana por lxs centroamericanxs mismos.
Es necesario cuestionar si los actos de tales grupos emiten tendencias del complejo del salvador blanco[xii], es decir, ¿cuáles son las intenciones de llamar publicidad a los actores no centroamericanxs? La mayoría de las personas dando charlas y dando palabra a los medios de comunicación fue gente blanca, con estatus social en los Estados Unidos o de México. Esto significa que queda un vacio de organización y centralidad que compone la identidad, voz y experiencia Centroamericana. Similarmente se da a cuestionar los intentos de tantas ONG’s de los Estados Unidos y México presentes durante la entrega de personas buscando asilo en la frontera. ¿De qué manera responsable y eficaz apoyarán las ONG’s y otros grupos, sin vanidad ni en utilizar la imagen del refugiadx en crisis para ganancias financieras o capitalizar la simpatía? ¿Como los actores de los derechos humanos lucharan sin sumirse a reformas débiles y instantáneas que solo sirven para callar a lxs movimientos sociales? ¿En qué punto se derrama el vaso de injusticia y la complicidad de ciudadanos estadounidenses? ¿De qué sirve que miembros blancos, estadounidenses de la organización Pueblos Sin Fronteras apoyen a nuestra gente si cuando piensan que nadie está mirando, se toman fotos amistosas con los mismos actores opresivos de los migrantes, la policía mexicana? ¿Qué será de nuestra gente cuando todxs los acompañadores y observadores se vayan de Tijuana? ¿En qué situación social, laboral, y de accesibilidad se han quedado los miles de personas más que se encuentran varados por todo el territorio mexicano?
Para nuestrxs compañerxs Mexicanxs la solidaridad para nosotros lxs centroamericanxs necesita que se incluya el discurso de rechazo a su propio gobierno y a las políticas racistas en contra de nuestra gente refugiada. Específicamente, se necesita denunciar las leyes del Plan Frontera Sur, el tratamiento y abuso de refugiadxs por parte de la INM y la burla que es el COMAR. Todo esto mas la magnitud de la crisis de nuestra gente asesinada y desaparecida a mano del narco. Igual que en los EEUU existen injusticias para niñxs y personas refugiadas dentro de su territorio y en los marcos de la ‘legalidad’. Esta realidad es horrenda, pero no es nueva para nosotrxs, conocemos lo que es el terror estatal no solo de lxs gobiernos tantas veces y continuamente impuestas a golpes de estado, si no tambien en todo sobre lo cual caminamos, pues somos marcadxs por la ‘otredad’.
El trabajo continua, en Tijuana y en todas las ciudades cuales quedaron varados tantos de nuestrxs hermanxs. Y la solidaridad si está presente entre jóvenes locales, feministas, anarquistas, marxistas, trans y la población en las márgenes en sí. Pero las leyes racistas de los Estados Unidos en conjunto con la discriminación del gobierno/ hegemonía mexicana ante lxs centroamericanxs, evita que una base masiva de solidaridad se conforma- por la desconfianza y trauma que han vivido tantos de nuestrxs familias y hermnxs. Pero, así como hemos sabido adaptar y cargar nuestra cultura a tanto terreno del mundo global, o al poder tener la opción de quedarnos en nuestros lugares de origen, seguiremos estableciendo nuestras comunidades llenas de nuestra cultura rica, dichos malcriados y necesarios, políticas criticas que señalan directamente a violaciones imperialistas y el lamento alegre que tantos años de resistencia sigue enseñando, ya sea el lamento por genocidios, que nos han quitado tanta vida, o en la alegría de celebrar lo poco que nos queda y reconociendo los tejidos y memorias inter-generacionales de cuentos de lugares, volcanes, mares y selvas encantadas donde la gente se ríe con poco o sin nada ❤
* Paula Sofia Ayala, salvadoreña nacida y residente en los Estados Unidos, es artista, educadora, estudiante y hija de refugiades de la costa Usuluteca de El Salvador. La falta de enseñanza honesta en escuelas estadounidenses la han motivado a estudiar la historia de LatinoAmerica/Abyala enfocándose en desplazamientos y resistencias desde la colonialidad al presente. Pasa sus días encantada con la música y el baile.
[i] http://www.e-veracruz.mx/nota/2018-04-05/migrantes/migrantes-si-fueron-presionados-para-no-avanza-la-frontera-padre-solalinde
[ii] https://www.wola.org/analysis/a-trail-of-impunity/
[iii] https://www.proceso.com.mx/528950/denuncian-la-desaparicion-de-200-migrantes-de-caravana-tras-redadas-del-inm
[iv] http://harvardpublichealthreview.org/the-crisis-in-our-own-backyard-united-states-response-to-unaccompanied-minor-children-from-central-america/
[vi] https://www.npr.org/2018/06/19/621065383/what-we-know-family-separation-and-zero-tolerance-at-the-border
[vii] https://mic.com/articles/189894/brittany-packnett-separating-families-of-color-is-as-american-as-apple-pie#.jUH1lchBP
[viii] https://www.huffingtonpost.com/entry/migrant-children-drugged-without-parental-consent-at-government-institutions-court-documents-show_us_5b2a9e87e4b0321a01cd4dd3
[ix] https://www.huffingtonpost.com/entry/president-obama-deception_b_7314656.html
[x] https://www.migrationpolicy.org/research/country-processing-central-america-piece-puzzle
[xi] http://harvardpublichealthreview.org/the-crisis-in-our-own-backyard-united-states-response-to-unaccompanied-minor-children-from-central-america/https://www.democracynow.org/2018/5/31/headlines/report_us_backed_salvadoran_police_forces_involved_in_extrajudicial_killings
[xii] http://afropunk.com/2018/06/white-savior-your-volunteer-trip-to-africa-was-more-beneficial-to-you-than-to-africa/