*Por: EDUARDO FONSECA*
Granada, Nicaragua, febrero 2016. La ciudad colonial recibe al festival internacional de poesía más grande de América, y yo caigo sin invitación en mi paracaídas, o lo mismo, mochilero. Más de 100 poetas de todos los continentes toman las calles, los parques, las cantinas; son una plaga bienvenida.
El primer día decidí ir a un taller en la Casa de los Tres Mundos, y de repente me topo a Ernesto Cardenal. Ese sacerdote jesuita que incomodó a la dictadura de Anastasio Somoza yéndose a la Isla de Solentiname a armar a pobres con libros y pinceles; proeza que incluso visitaría Julio Cortázar. Cuando nos tomamos la foto fue lo más cerca que he estado de abrazar a una nube, y luego fui testigo del estruendo de aplausos tras su lectura sobre el estrecho dudoso que somos. Quién iba a pensar que su funeral en marzo 2020 sería sitiado por una turba de simpatizantes orteguistas; incómodo hasta en su féretro.
Ernesto Cardenal y el autor durante el XII FIP Granada /Créditos: el autor
Ese año se celebraba el centenario de la muerte de Rubén Darío, el Príncipe de las Letras Castellanas. Fue impresionante mirar el fervor con el que se dirigían hacia su figura, no solo las y los artistas nacionales, sino también el que me vendió el quesillo, la del chancho con yuca y el borracho a quien le di unos tragos a cambio de boleros. No era para menos, Darío fue el primero en virar los ojos del Occidente literario a Latinoamérica con su modernismo. Lamentable saber que Nicaragua otra vez volvería a aparecer en los titulares, pero por la declaración de destierro de quienes se atrevieron a pensar distinto al trono Ortega-Murillo.
Cómo olvidar el selfie con Gioconda Belli en el malecón del interminable Lago Cocibolca. Veníamos con la multitud por toda la Calzada como parte del “Entierro fúnebre por el dolor de los árboles cortados”, un performance que concluyó con el lanzamiento de un ataúd vacío a las aguas del Lago. Caso omiso a ello haría el régimen en 2018, con la atención negligente a los incendios devastadores en la Reserva Biológica Indio Maíz. Este sería uno de los motivos de la insurrección cívica que ha conllevado el asesinato y la criminalización de activistas, el cierre de organizaciones sociales, la supresión de la democracia.
Granada, Nicaragua, febrero 2023. La Asamblea Nacional decidió retirar la personería jurídica del Festival Internacional de Poesía de Granada el año anterior. Ya los poemas parecen ser non gratos, pero es absurdo pensar en ese país sin ellos, si son la misma cosa. Como dijo Sergio Ramírez tras ser declarado un traidor apátrida: “Mientras más Nicaragua me quitan, más Nicaragua tengo”.
*EDUARDO FONSECA es internacionalista por la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA) y gestor de proyectos sociales. Su obra poética aparece en revistas y antologías en Argentina, España, Honduras, México y Costa Rica. Actualmente es miembro de O Istmo–Articulación Centroamericanista; de Turrialba Literaria; y del Taller Literario Joaquín Gutiérrez. Su primer libro de poesía, La guerra muda, está próximo a publicarse bajo el sello editorial Nueva York Poetry Press. Contacto: edfon95@gmail.com